Había recibido la visita de Willy Roggero, el popular "pato" y a quien conocí en 1954 como operador de audio en Radio Victoria. Llegó a mi hogar y pasamos un día entero evocando recuerdos. Nos conocemos desde aquel tiempo y, por cosas del destino, nos reencontramos en Canal 4. Se fue a USA en el 94. Lo acompañé al punto de partida y retornaría después de su aventura en 2007. Con esas pausas que marca el tiempo y deja recuerdos imborrables, Roggero indagó qué sabía de Oscar Medina Peralta.
En efecto, vino a mi memoria la última vez que lo vi. Retornaba después de habernos correspondido hacer la narración de una Parada Militar en la Av. Brasil, primera aparición en los desfiles de Alberto Fujimori. Fue una sorpresa hallar a Medina y ser compañeros de viaje en un ómnibus. Nos dijo que había instalado un negocio fotográfico y que seguía ligado a la radio en Huacho. Quedamos en comunicarnos más adelante por lo que le dejé mi teléfono. Ha pasado el tiempo y gracias al "pato Roggero", reseño a este colega.
De muy buena voz y que la hizo sentir en diferentes emisoras por aquellos tiempos, era común reunirnos con Leonidas Carbajal, Reátegui, que se hiciera contrabajista y laborara años después con Domingo Rullo y José González Menacho . El flaco Medina nos invitó a ir al Metropolitan, cine victoriano, a ver el estreno de la película "Adán y Eva", la historia bíblica en la que Cristhian Martell, una ex Miis Universo, era la protagonista de la primera mujer del mundo. Tiempos de juventud y atraídos por la imaginación y la fantasía.
Podría afirmar que Oscar Medina Peralta, cumplía fielmente su trabajo de locutor y era el encargado de los reemplazos, cuando nos tocaba descansar. Leía muy bien, de voz fina y ya con cierta trayectoria por otras emisoras como "Atalaya", "Lima" y "San Cristobal". Creo que se ayudaba haciendo tomas en reuniones y acontecimientos sociales. Un fotógrafo. Colaborador y presto a servirnos si necesitábamos su ayuda y que, involuntariamente, se vio comprometido en un hecho inolvidable para nosotros.
No diré nombres, pero se trataba del pequeño hijo del propietario que, entre otras cosas, hacía tiro al blanco con los patos de la laguna del Parque de la Exposición. Tendría 10 años y era el consentido de papá. Muy lógico. Otra de sus travesuras fue vaciarse la vitrina en la que una famosa firma exhibía dulces y chocolates. Fuimos "agasajados" y saboreamos con Oscar Medina de estas golosinas.Lo triste fue, un día después, verlo compungido por que lo querían meter preso, acusado del "robo"..
Un investigador lo esperaba. Mi signo zodiacal "Libra" entró en acción y a fin de exigir justicia, me dirigí a la Gerencia y, sin mas rodeos conminé al "papá" del verdadero responsable, a que no procediera así, porque yo también había sido invitado por su hijito y por lo tanto era su cómplice. Me hizo caso, no sin antes darme un sermón y ordenarme cumplir con el turno de locución que me correspondía. ¡Qué anécdota! Mi pregunta es, ¿OSCAR MEDINA PERALTA recordará este hecho? ¡Saludos "flaco"! Gracias.
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