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lunes, 8 de noviembre de 2010

"LUIS CARRASCO". MAGNÍFICO LOCUTOR Y MEJOR ACTOR, SIEMPRE EN EL RECUERDO.

GRAN LOCUTOR Y ACTOR
Luis Carrasco perteneció a aquellos personajes humanos desligados de la notoriedad. Fue de mi generación y anduvo buscando siempre mejores oportunidades. Demasiado modesto para intentar triunfos notables. Si los hubiera logrado, no se habría dado cuenta. Una gran voz cuya tonalidad era muy parecida a la del famoso Carlos Montalván, ídolo nuestro y de muchos colegas, incluyendo a Arturo Pomar que lo emulaba siempre y finalmente encontró su propia personalidad de locutor.

El caso del personaje de esta reseña es diferente. El no imitaba a Montalván. Tenía el propio timbre de voz y lo que necesitaba era un apoyo, una mano amiga que lo condujera al estrellato. Fue locutor de Panamericana T.V. y muchas emisoras radiales. Sin embargo, tuvo su oportunidad como actor en Canal 7 y representó nada menos que al "Caballero de los Mares", el héroe Miguel Grau. Fue una serie patriótica en la que mostró su calidad histriónica. El Teatro fue su otra pasión. ¡No hallo explicación al por qué no pudo ser famoso!

Quizá timidez o pocos deseos de consagrarse. Siempre estaba taciturno. Era muy difícil establecer con él una conversación. Durante los ensayos del radioteatro, me refiero a los diversos elencos en donde alternamos, se le veía preocupado. Estoy refiriéndome a nuestros inicios. Quise ser su amigo, correr aventuras juntos pero, no nos daba esa oportunidad. Ante nuestras palomilladas, sólo esbozaba una sonrisa. Un carácter de los que se conocen como introvertidos. De pronto alguien lo conoció diferente.

Lo que reseño, como en todos los casos, son mis vivencias, las que desde 1950, en que pisé un estudio de radio y empecé esta carrera con tan gratificantes resultados, voy exponiendo. No fuimos famosos ni tuvimos oportunidades como Luis Carrasco, actor y locutor, pero compartí mi amistad y me la brindaron muchos colegas. Tengo ese orgullo. Quizá suene a jactancia pero me honro en decirlo. Brindé amistad y coseché lo mismo. Superé mis egoísmos e imité siempre lo conducente a la armonía y cordialidad.

Un pasaje de la vida real y que nos muestra a Luis Carrasco en toda su extraña personalidad, es lo que le tocó vivir en una etapa muy difícil de su existencia. Mientras que en Canal 7 se proyectaba la historia de Miguel Grau, con él de figura estelar, se buscaba la vida en el campo de lo venta ambulatoria, ofreciendo lapiceros y todo lo requerido en oficinas. Lo hallaba en el Mercado Central y a modo de colaborar con su negocio, siempre le adquiría estos productos. Fue un hombre muy digno y trabajador.

Me quedaba perplejo y no salía de mi asombro. ¡Cómo una gran voz, un actor y excelente locutor, buscaba subsistir no en su medio artístico! Lo admiraba por su coraje y desprejuicios. Nunca lo ofendí llamándole la atención. Lo veía tan noble y humano. ¡Qué desperdicio de talento, Dios Mío! Estuvo en Radio Nacional en sus últimas andanzas de locutor. LUIS CARRASCO, fue un personaje distinto. Mereció mucho más y en esta reseña lo reclamo. ¡Fue un señor Locutor y tremendo Actor! Gracias.