Reynaldo Aragón |
Otro de los queridos locutores y contemporáneos nuestros fue Reynaldo Aragón. Hablamos de 1954 y ya manteníamos con él una amistad de colegas que, generalmente estábamos dedicados a la narración de los noticieros en las emisoras en las que laborábamos. Lo que admirábamos de Reynaldo, era su sencillez y esa cordialidad para entablar conversaciones. Siempre conservador de las buenas costumbres y poco afecto a departir los fines de semana, en las clásicas reuniones de los hombres del micrófono.
La emisora en la que se distinguió más fue en Radio del Pacífico, aquella de mi amigo Pedro Ferreyra García y en la que su voz era una de las que la identificaba con más solvencia. Los años 60, más o menos, cuando su lema era una "señal de tranquilidad" y allí aportaba su dosis de cultura musical nuestra siempre añorada colega Yolanda Parodi Córdova con su "Galería de la Música Célebre". Nosotros teníamos preferencia por los espacios líricos y recuerdo a muy buenas voces que condujeron dicho espacio. Uno último: Miguelito Molinari Portal.
Fue quizá el punto de encuentro para revivir recuerdos pasados. Aragón también estuvo en Radio Victoria, pero pareciera no fue su ideal. También narraba los radioteatros y debía buscar otros medios de sustento, como la gran mayoría de locutores, en otros medios radiales. En una ocasión llegaron a Radio del Pacífico Amanda Barral y Manuel Acosta Calderón, ex voces de Radio Luz y que allí encontraron cabida. Amanda sería durante la revolución de Velasco, narradora de "24 Horas" en Panamericana Televisión.
Fue un excelente locutor. |
Reynaldo Aragón, dejó de existir prematuramente. No conocí las causas que lo llevaron al lado de Dios, pero dejó herencia en la profesión a la que se consagró. Uno de sus hijos y que lleva su nombre, ha destacado en esa promoción de buenos elementos como Randy Calandra, Javier Lishner, Mario Jiménez y otros. Lo que quiere decir que tenemos Aragón para buen rato. En alguna ocasión cruzamos saludos con él en Radio del Pacífico y ojalá podamos conseguir algunos otros datos de su parte para esta reseña.
"Locutores en el Perú", seguirá evocando a las voces microfónicas de ayer. Una generación que distinguió a la radio por el buen matiz de las expresiones y el respeto al público radio oyente. Uno de ellos fue REYNALDO ARAGÓN, a quien en su oportunidad le rendimos nuestro homenaje en la revista "Voces", creación nuestra en la Asociación de Locutores del Perú. Fue voz que identificó también al Canal 7 de Televisión y que todavía se le evoca en las charlas que mantenemos los de nuestra generación. Gracias.
Nuevamente mis felicitaciones por dedicar unas lineas a un buen locutor y magnifica persona, como fue don Reynaldo Aragón, que identificó con su especial timbre de voz a Radio del Pacífico y al canal 7 de Tv. Además fue jefe de programación de esa emisora. Era una persona que gustaba hablar de sus experiencias en la radio, y fue así que en una oportunidad me contó que él estuvo el día de la tragedia del Estadio Nacional en 1964, porque era el locutor comercial del programa deportivo que en radio Victoria conducía Santiago Ferrando. Me confesó que por la ubicación de las casetas en la parte alta de occidente, la gente de las distintas emisoras no se percató de lo que sucedía en las escaleras y puertas de las tribunas de norte y de oriente, donde murieron muchas personas; y sólo informaban que habían disturbios ocasionados por aficionados que intentaban bajar a la cancha, y que los policías habían arrojado bombas lacrimógenas a las graderías. Como el efecto de las bombas llegaba a la zona de las cabinas radiales, cerraron la transmisión, bajaron al primer piso y salieron rápido de ese escenario, sin que notaran los desórdenes entre los aficionados y la policía. Recién cuando llegó a su casa se enteró de la magnitud de la tragedia.
ResponderEliminarSiempre bienvenido Carlitos Castro Maya. Con respecto a lo que comentaba Reynaldo referente a la tragedia del Estadio Nacional, nos pasó a todos lo mismo. Habiendo transmitido ese partido y abandonado de inmediato el Estadio, nunca nos imaginamos aquella tragedia. Ya en casa y escuchando la radio, supimos igualmente de lo que afirmaba Aragón. Gracias por los aportes que, repito, enriquecen estas reseñas. Un abrazo.
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