Debemos retroceder toda nuestra vida profesional de locutor para ir al encuentro de Ramón. Década e inicios de 1950. Habíamos demostrado nuestras ganas de actuar en el radioteatro y en el elenco de Elías Roca en Radio "El Sol", cuando esta emisora se ubicaba en el Edificio Federicci de Contumazá en pleno centro de Lima. Cuando llegaron "Los Panchos" y otras grandes estrellas del espectáculo y alternábamos con Carlos Ego Aguirre, Jorge Montoro, Benjamín Ureta, Nilda Muñoz, Humberto Sarmiento y Manuel Obregón, entre otros. Culpable de todo esto, mi hermano Ángel. También nos "dateó" del concurso de "Nuevas Voces de la Locución" y nada menos que en Radio Victoria.
En esa etapa de aspiraciones a ser locutor de una gran emisora, conocimos a Ramón Amanso Valencia, joven como nosotros y con las mismas ideas. Entre otros estaban Francisco Sánchez Pauli y Jorge Manrique, que destacarían luego en el teatro, y con toda esa emoción que el concurso originaba. El resultado nos favoreció y ya en la radio, Amanso seguía en otra faceta, la de actor en los radioteatros de Victoria. Muchacho sencillo y apasionado. Nos deseó lo mejor y eso no lo hemos olvidado jamás. Dejamos de vernos y en otro reencuentro nos dijo que se dedicaba a las animaciones en los grandes reataurantes que ofrecían números criollos. Era el presentador y lucía bien al "smoking".
Como todos los que estamos en el mundo de la locución, se integró en turnos de diversas emisoras. Destacó en Radio El Sol y tenía notable audiencia con su programa romántico de boleros. Época de Emilio García Lara y su "Canción del Mediodía", gran y recordado hombre del micrófono con una voz fuera del común denominador y que llegó a gerenciar dicha emisora. Nos regaló dos horas diarias en las tardes para nuestro programa "Voces" de la Asociación de Locutores del Perú. Ramón Amanso era locutor estable y según OLDIES, comentarista en estos blogs, tuvo alternancias nada menos que con Diana García, la gran voz femenina del micrófono y que se inició allí.
Ramón, como nosotros, tuvo escuela en vivo y en directo. El ser narradores o presentadores de los distintos programas, nos daba oportunidad de alternar con actores que, indirectamente en cada ensayo de radioteatro, nos llenaban de conocimientos de impostación de la voz y mucha cultura. Este gran amigo nuestro fue gran alumno y si no logró la fama que merecía, le queda la satisfacción de haber cumplido bajo los cánones de la buena locución. Han transcurrido veloces los años y luego de más de 60 calendarios, sigue en actividad. Con el mismo entusiasmo y frente al micrófono. Ya no es la caseta de una emisora y sintiendo la audiencia de millones de oyentes, pero él continúa feliz.
Hace ya buenos años y visitando nuestro querido Surquillo, alguien nos llamó por nuestro nombre. Sin mayores esfuerzos y pese a que ambos tenemos un trajín envidiable, pude reconocerlo. El mismo Ramón de siempre. Cariñoso, efusivo y lleno de emoción. Llevaba sus libretos y audífonos que, sin ninguna duda lo vinculaban a algún medio de comunicación. En efecto. Se encargaba del perifoneo que se estila en los centros comerciales, en este caso el Mercado Nro. 2 de aquel distrito. Nos invitó a una entrevista, pero nos hallábamos apresurados por gestiones ineludibles y se la prometimos para otra ocasión. Nos dio un placer volver a verlo. Siempre entusiasta y ameno.
Una gran mayoría de locutores profesionales hizo sus pinitos en un centro de abastos. Hugo Almanza Durán, compositor y locutor de Radio Programas del Perú lo hizo en la cadena de Radio Lima cuando la dirigía Don Oscar Dianderas, otrora gran broadcaster peruano. Jaime Pizarro Arquíñigo que nos acompañaba en las promociones de Canal 4, lo hizo en el mercado de su Huaral querido. Ramón Amanso Valencia, no es la excepción y cumple dicha labor con gran clase y con honorarios muy aceptables del Concejo Distrital. Para oírlo, tendrá que viajar a Surquillo y poner oído a la música mientras hace sus compras. Nosotros le enviamos un fuerte abrazo. Gracias.
Conocí a Don Ramón Amanso Valencia, en el año 1964. Era el locutor oficial de planta de Radio El Sol, aquella legendaria estación de los 900kc. Lo que más destaco de él, es su seriedad y su educación puesto a todos nos trataba de Ud. Siempre muy bien vestido y con la responsabilidad de leer los noticieros; se ubicaba en aquella obscura cabina de la estación, y cuando se encendía el foco rojo que indicaba que estaba "en el aire" comenzaba a leer su parlamento con soltura y elegancia. Recuerdo perfectamente su voz y su imagen de aquellos años. Era algo mayor que nosotros y nunca tuvimos problema alguno con este señor.
ResponderEliminarRecuerdo que "el carreta" Jorge Pérez tenía su programa criollo y a la vez ofrecía servicios de grabación puesto que tenía un pequeño estudio donde hacía copias en cintas de carrete puesto que aun no se habían inventado las grabadoras de cassette. Luego venía el espacio de "Sandraví" un astrólogo criollo que se dedicaba a leer los horóscopos y a predicar sobre temas de esoterismo.
Don Ramón cubría los espacios actuando muchas veces como locutor volante, y llegó a tener su programa como locutor disc jockey, el espacio se llamaba "Discoteca Abierta", y en el se pasaba música de diverso género. Me imagino que hoy debe tener unos 75 años, pero guardo un buen recuerdo de él . Alguna vez iré a visitarlo para recordar viejos tiempos.....
OLDIES:
EliminarMagnífico comentario que alegrará sin duda alguna a nuestro amigo Ramón. Igualmente deseamos saludarle y estamos poniéndonos de acuerdo con mi hermano César Augusto que sabe donde ubicarlo. Tu nota es una verdad y que describe a la perfección a este amigo de nuestros inicios en la radio. Muchas gracias.